El lider se hace y se ENTRENA
Christian Solitario es un líder indiscutible. Guía todo su entorno con la seguridad de quien sabe lo que hace, porque cada paso lo ha estudiado antes de darlo. Se trata de un joven emprendedor que lleva el timón de REMAX Momentum, una empresa inmobiliaria que ocupa el primer lugar en ventas de propiedades en la zona andina del país. Y a pesar de que «hay filosofías que dicen que hay gente que nace líder, y hay otras que aseguran que el líder se hace», él particularmente piensa «que el líder se entrena».
¿Se ha entrenado para ser líder?
Mis inicios no fueron precisamente manejando personal y mucho menos inmobiliario. Desde muy chamo me tocó trabajar con el negocio familiar. Mi papá y mi mamá se desarrollaron en el mundo del transporte. Así que, desde los 10 años, empecé a tratar con gente adulta, a sacar cuentas, a tener relaciones con ellos, a entender un poco como era la filosofía de trabajo de mi papá. Tengo que confesar que los jefes más duros que he tenido en mi vida, en un principio, fueron mis padres.
¿Para ser líder hay que ser determinante?
Se tiene que aplicar el binomio autoridad-afecto para que el liderazgo funcione, que creo que era lo que mi papá hacía conmigo. Por un lado, me reprendía y por el otro lado, me daba un abrazo. Esto nos ayuda a los líderes a mantener un clima organizacional sano.
¿Cuál característica lo define como líder?
No hay una característica única, tengo que hablar de varias cosas. Lo primero que siento que me define es que todo lo hago con pasión. No quiere decir que soy pasional, o sea, yo esto lo hago porque me gusta. Viajar semanalmente a Caracas desde San Cristóbal, montarme en el avión, ir de trabajo y meter la almohada en la maleta y saber que voy a dormir en un apartamento que no es mío. Sin embargo, yo vengo con cariño, lo hago con entusiasmo.
¿Es un obsesivo del trabajo?
Creo que los grandes líderes, los grandes gerentes, aunque no lo quieran reconocer, sufren de trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo. Aquellos gerentes que entendemos la responsabilidad que tenemos a cargo, que tenemos más de 150 personas, que 150 familias dependen de este negocio y de las decisiones, buenas o malas, que nosotros tomemos, por ello y por mucho más nos volvemos obsesivos, pensando cómo hacer para que el negocio no muera. O sea, yo vivo REMAX, respiro REMAX día y noche, es mi primer pensamiento del día.
¿Implica dejar su vida personal para ser un líder?
Ser líder es renunciar a la familia. Se sacrifican los amigos, las fiestas, el sueño. Termina siendo un tipo solo porque no todo el mundo entiende el modelo de negocio. No todo el mundo aguanta el trote. Así que no hay descanso. Yo uso una frase que para mí lo resume todo: no hay descanso para los incansables. Muchas personas quieren ser gerentes y líderes, pero no todo el mundo está dispuesto a pagar el precio para lograrlo. Entonces mucha gente quiere ir al cielo, pero nadie quiere morir.
¿Qué no haría un buen líder?
Un buen líder no es impuesto. Un buen líder persuade y el mal líder manipula. Es inadecuado cuando uso mis capacidades de liderazgo y de persuasión para lograr cosas que perjudiquen a otras personas con malas acciones. Eso no es ser un buen líder. El buen líder está en la jugada. Y no lo es quien solo piensa en su beneficio propio.
¿Planes para su negocio inmobiliario?
Yo decidí entrar en Caracas después de 7 años. Estaba concentrado en San Cristóbal. El plan para el año pasado era cerrar con 50 agentes inmobiliarios. Logramos 48. Para este año es llegar a 100, y facturar, alrededor de unos 20 millones de dólares en inventario. Puede ser incluso más, y lograr tener una cartera inscrita de propiedades de 100 millones de dólares.
Para Christian Solitario la vida es una conquista diaria. A pesar de sus miedos se atreve y va ganando espacios. Eso sí, sin morder a nadie. Nunca piensa en dejar su intensidad, su pasión y obsesión por lo que hace. Sigue aprendiendo para ser un buen líder.
– Monica Lopez



